La crisis política en el Perú se debe a que no existe democracia y nuestras autoridades no representan a los pueblos del interior, señaló el exministro de Agricultura y parlamentario andino Fernando Arce.

«Por eso, este Congreso no defiende los derechos de las mayorías, sino solo sus intereses de poder», afirma en diálogo con el Diario NUEVO SOL.

¿Cuál es su opinión sobre la actual crisis política? El Congreso vuelve a arremeter contra la Junta Nacional de Justicia…

Todo esto es por disputa de poder y falta de diálogo entre los grupos políticos. Hay una pugna entre Congreso, Junta Nacional de Justicia y fiscalía en defensa de sus intereses personales.

Estos temas no tienen trascendencia para el pueblo que quiere educación, empleo, seguridad y salud.

Hay pueblos del Perú profundo, centros poblados que están abandonados y en riesgo de colapsar. Falta una visión de país.

¿El Congreso es una amenaza que pretende controlar instituciones para mantenerse en el poder más allá del 2026?

Esto sucede porque en el Perú no existe una verdadera democracia.

Estos congresistas no representan a las regiones, a los pueblos del interior. Por eso no defienden intereses de las mayorías.

Yo propongo una democracia deliberativa, donde el agricultor, el médico o estudiante se sienta realmente representado en el Ejecutivo y Congreso.

¿En el Perú no existe democracia?

Nadie en el país cree en la democracia, la mayoría no quiere a estos políticos, se sienten asqueados de este sistema.

Se requiere por ello un Congreso donde estén representados directamente los pobladores y las regiones.

¿Está de acuerdo con un adelanto de elecciones?

Lo que requiere el país es diálogo, pero en favor de las poblaciones.

Que se reactive para este fin el Acuerdo Nacional, entidad que hasta ahora no hace nada.

Que se dialogue para fortalecer las fronteras, salud, agricultura y empleo.

¿En esta crisis es necesaria una Asamblea Constituyente?

Más allá de eso, creo que si hay una democracia deliberativa esta se constituiría en una plataforma real de las demandas de los ciudadanos.

Por ejemplo, la ATU debería estar a cargo de los transportistas y en el Ministerio de Desarrollo Agrario representados por los agricultores.

Pero eso no sucede porque los grupos de poder ponen a sus ministros que sirven a sus intereses a espaldas de la población.

Héctor Béjar sostiene que la corrupción es afín al sistema, y se debe a que el pueblo no está en el poder, ¿comparte esta apreciación?

Así es. Más de treinta años hemos estado gobernados por cuatro familias o grupos de poder que han impuesto presidentes y ministros y han hecho lo que han querido en el país.

Por eso es que el país requiere una real democracia deliberativa. Debemos trabajar con los pueblos originarios, comunidades nativas.

Por ejemplo, en Loreto la gente prefiere irse a Brasil porque allá encuentran mejor educación y servicios de salud. El Estado los ha abandonado, tenemos que recuperar esas poblaciones porque también son peruanos.


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