Condenable. La empresa italiana Loro Piana vende lujosas prendas en lana de vicuña al exterior explotando a las comunidades de Ayacucho que trabajan sin remuneración, denunció el periodista Marcelo Rochabrun.

«Para obtener la finísima fibra de alpaca explotan a los comuneros de Lucanas, pagándoles nada o muy poco, mientras que la empresa italiana Loro Piana vende sus productos a Europa por miles de dólares», afirmó.

PERMITIÓ

Refirió que todo empezó con un decreto de Alberto Fujimori que permitió a Loro Piana comprar terrenos y producir su ‘propia’ lana de vicuña en Lucanas, Ayacucho.

“El 24 de setiembre de 2000, mientras su gobierno colapsaba por corrupción, Fujimori publicó un decreto que le daba a las empresas los mismos derechos que ya tenían las comunidades”, expresó.

LA VIVEZA

La ‘viveza’ de Fujimori se dio con la Ley 26496, que declara que la vicuña y el guanaco están sujetos a protección del Estado. Pero este “puede otorgarlos en propiedad a las comunidades o a privados”.

“Es así que Loro Piana compra tierras en Ayacucho y esquila a las vicuñas que encuentra ahí para su beneficio”, indica.

Y desde entonces, “este gigante textil italiano puede sacar ventaja del trabajo y sudor de comuneros ayacuchanos y luego vender en su página web un abrigo a más de treinta tres mil dólares a base de hilo de vicuña”, alega Rochabrun.

El periodista publicó un informe para Bloomberg que detalla que la comunidad de Lucanas no ha mejorado su calidad de vida y que la mayoría de su población (2.700 habitantes) se encuentran en pobreza.

SENADOR

Al respecto, el senador norteamericano Robert García, envió una carta pidiendo explicaciones a los dueños de Loro Piana, “por este claro caso de explotación de los pueblos indígenas” en Ayacucho.

Cabe anotar que, en 1969, el gobierno del general Juan Velasco firmó el Convenio para la Conservación de la Vicuña (CCV) con el fin de prohibir la caza y comercialización de vicuñas y proteger la especie.

PROPIEDAD

Pero ahora, según el periodista, “las vicuñas son propiedad privada”, gracias a Fujimori.